NEE (Necesidades Educativas Especiales)
Nos vamos a encontrar con un alumnado diverso. Ahora bien, ¿cuándo podemos afirmar que un alumno realmente tiene necesidades educativas especiales? El criterio fundamental nos lo proporciona Brennan (1988), quien especifica que un alumno tiene n.e.e cuando en el intento de responder a sus necesidades se agotan todos los recursos ordinarios, necesitando ayuda extra para resolver sus dificultades.
Podemos distinguir, por tanto, dos colectivos de alumnos:
‐ Aquellos que presentan diferencias individuales para aprender Se resuelven por medios ordinarios que dispone el profesor (precisan, por ejemplo, de la propia habilidad del docente).
‐ Aquellos caracterizados por presentar dificultades de aprendizaje. Son resueltos a partir de recursos extras, ya sean educativos, psicológicos o médicos. En este caso, el nivel de adaptación dependerá de la necesidad que presente el alumno: desde una adecuación metodológica hasta un cambio más profundo en el tipo de currículum.
Por lo tanto, podemos considerar como NEE aquellas necesidades que precisan de una intervención de apoyo al profesor o una creación de una situación de aprendizaje alternativo para el alumno.
En este sentido, la definición de NEE queda perfectamente delimitada en el Informe Warnock, en el año 1978 donde se considera que las NEE requieren:
- La dotación de medios especiales de acceso al currículum mediante un equipamiento, unas instalaciones o unos recursos especiales, la modificación del medio físico o unas técnicas de enseñanza especializadas.
- La dotación de un currículum específico o modificado.
- Una atención particular a la estructura social y clima emocional en los que tiene lugar la educación.
Esta nueva definición supuso un gran avance en dos sentidos:
- Por un lado, al centrarse en el currículum permite tener en cuenta a aquellos niños que, ofreciéndoles el apoyo adecuado, podrán seguir el currículum escolar normal, incluidos aquellos a los que les pudiera resultar inadecuado, siempre y cuando sea desarrollado en una situación ajustada a las necesidades de aprendizaje del niño.
- Por otro lado, al centrarse en los medios requeridos, permite apreciar si las necesidades del niño estaban siendo satisfechas a través de la comparación de los medios disponibles con los requeridos.
Así pues, podemos considerar que el concepto de necesidades educativas especiales se encuentra estrechamente relacionado con las ayudas o servicios educativos que determinados alumnos puedan precisar a lo largo de su escolarización1 para el logro de su máximo desarrollo personal y social. (Toro y Zarco, 1995).
De acuerdo con Brennan (1988) “hay una necesidad educativa especial cuando una deficiencia ( física, sensorial, intelectual, emocional, social o cualquier combinación de éstas) afecta al aprendizaje hasta tal punto que son necesarios algunos o todos los accesos especiales al currículo, al currículo especial o modificado, o a unas condiciones de aprendizaje especialmente adaptadas para que el alumno sea educado adecuada y eficazmente. La necesidad que puede presentarse en cualquier punto en un continuo que va desde la leve hasta la aguda; puede ser permanente o una fase temporal en el desarrollo del alumno."
Desde el MEC, se considera en base a estos dos autores que: "Un alumno tiene necesidades educativas especiales cuando presenta dificultades mayores que el resto de los alumnos para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículo que le corresponde por su edad (bien por causas internas, por dificultades o carencias en el entorno socio‐familiar o por una historia de aprendizaje desajustada) y necesita para compensar dichas dificultades adaptaciones de acceso y/o adaptaciones significativas en varias áreas de ese currículo”.
Este cambio terminológico supone considerar que las dificultades de aprendizaje no van a tener únicamente una base biológica sino que determinados alumnos pueden tener necesidades educativas especiales como consecuencia de una mala historia de aprendizaje o de vivir en un contexto socio‐familiar de privación.
Con este nuevo enfoque, decir que un alumno/a tiene necesidades educativas especiales significa que a lo largo de su escolarización puede presentar dificultades de aprendizaje. En este sentido, un primer punto a considerar es que las dificultades no son algo concreto y delimitado a un grupo de alumnos claramente identificables, sino que más bien, hacen referencia a distintos grados (mayores o menores dificultades en todas o en algunas áreas de aprendizaje), distintos momentos de aparición y duración variable.